18 de mayo de 2010

Dos posiciones sobre los concursos de auxiliares docentes

Estimados colegas,
En las últimas semanas la Facultad dio a conocer el lanzamiento de una convocatoria a concursos de auxiliares —en los cuales se aplicará un nuevo Reglamento, aprobado el año pasado— que ha generado una justificada inquietud y confusión entre los docentes. Por este motivo, enviamos hace dos días un extenso documento de la Agrupación Naranja en el cual se realiza un balance de las discusiones y movilizaciones que llevaron a la aprobación del mencionado Reglamento y se analiza la situación actual creada a partir de los intentos de la gestión de proceder a la implementación de un número de concursos de auxiliares.

Nuestro documento generó una respuesta de la Lista Violeta que la pinta de cuerpo entero: no responde ni debate ningún argumento de los presentados en el documento, sino que simplemente los descalifica, mientras paralelamente avala el llamado a dichos concursos. Resulta preocupante que cuando desde la minoría publicamos un extenso documento que tiene el objetivo de informar e impulsar el debate entre los docentes ante una situación que está generando una evidente inquietud, la Lista Violeta, actual mayoría en la Comisión Directiva de AGD-Filo, se limite a considerarlo un documento “electoral” —cuando lo que está en discusión es la estabilidad laboral de los docentes—, acusarnos de mentirosos, publicar un escueto texto de cuatro párrafos y reenviar un documento que tiene un año de antigüedad, y que por lo tanto no se refiere a las novedades que están ahora en discusión.

El comunicado de la Lista Violeta no hace sino confirmar los señalamientos de nuestro documento. Para la Lista Violeta el hecho de que los primeros concursos de auxiliares convocados sean aquellos implicados en el PREDAH es un hecho inmodificable, “porque no se podía evitar llamarlos”. Es decir que admiten como un hecho consumado que la presión del ministerio provocará una distorsión en todos los criterios de implementación discutidos con la AGD. Ni una palabra de denuncia sobre esa presión, ni un planteo crítico sobre esa “inevitabilidad”. Pero hay más: la Violeta también reivindica la decisión tomada por la Secretaría Académica de ampliar al resto de la cátedra la convocatoria a concursos —para “que no se desate una competencia feroz”, dicen—, aunque admiten que en esa convocatoria no estarán incluidos todos los docentes, sino sólo los que tengan renta genuina, con lo cual no se observa cómo se evitará dicha “competencia feroz”. “Que todos los docentes de la cátedra que se encuentren en condiciones de regularizar su cargo (sic) puedan hacerlo”, dice el escueto comunicado, es decir que admite como un hecho consumado que no podrán concursar aquellos compañeros ad honorem, inadecuados o con renta precaria y asume como suyo el argumento institucional según el cual hay docentes interinos que no estarían “en condiciones” de regularizar. La Lista Violeta reconoce, sin quererlo, que esto implica la posibilidad de que un docente pueda perder su renta genuina y sufrir un “enroque” por una renta precaria, cuando plantea que existe un “compromiso” con la Sec. Académica “de asegurar el salario y la continuidad laboral” de los compañeros. Que exista tal “compromiso” muestra que existe la posibilidad de perder el salario; que ese “compromiso” no esté escrito en ningún lado, muestra que la inquietud de los docentes no es infundada.

A todo esto se agrega un dato falso: en Sociales los concursos de auxiliares del PREDAH se realizarán, en su casi totalidad, bajo la modalidad de concursos cerrados o semi-cerrados, para garantizar que los docentes continúen ocupando sus puestos laborales y percibiendo su salario.

Invitamos a todos los colegas a leer nuestro documento publicado hace algunos días. Llamamos a todos los docentes de Filosofía y Letras a discutir las consecuencias del proceso de implementación de concursos impulsado por la gestión y a los compañeros de la Lista Violeta/PCR a priorizar la organización de los docentes para enfrentar las arbitrariedades y limitaciones impuestas por el régimen universitario en lugar de las formas de procurar una adaptación al mismo.