7 de mayo de 2010

Lista Violeta: el fin de la inocencia

Del “horizontalismo” al acuerdo de cúpulas con los amigos de la Mesa de Enlace

16 al 18 de junio: elecciones de AGD-UBA


La semana pasada se oficializaron las listas para las próximas elecciones de la mesa ejecutiva y comisiones directivas de nuestro gremio, la AGD-UBA. Dicha oficialización incluye una importante novedad política para los docentes de nuestra facultad: luego de un período en el cual mantuvieron una alianza “silenciosa”, finalmente se ha confirmado la presentación de una lista integrada por el PCR y la lista Violeta de Filosofía y Letras. Se trata de una alianza que resulta sorprendente para muchos docentes de nuestro gremio, dado que reúne a agrupaciones que parecían ser tan distintas como el agua y el aceite. ¿Cómo se explica este sorpresivo giro de la lista Violeta?

La lista Violeta de Filosofía y Letras viene presentándose a elecciones en nuestra facultad desde hace cuatro años. Desde su surgimiento, sus planteos evitaron hacer referencia a la situación política y a los problemas de la docencia universitaria en su conjunto, argumentando la necesidad de concentrarse en mejorar la “participación” de los docentes en las iniciativas del gremio. Con un discurso “basista”, que buscaba presentarse como novedoso, criticaban un supuesto “distanciamiento” de la actual conducción con los reclamos de los trabajadores y un aparente “exceso” de medidas de lucha y paros que se preocupaban sólo por lo salarial y soslayaban otras preocupaciones “académicas” de los colegas. Insistieron, además, en presentarse como “independientes de los partidos” y no dudaron en hacer una poco feliz crítica al vínculo de algunas agrupaciones con partidos de izquierda.

La obtención, por parte de la Violeta, de la mayoría en la Comisión Directiva de Filo (por un estrecho margen de diez votos) en las elecciones de 2008 contribuyó a traducir las bellezas del discurso al más realista terreno de los hechos. Hoy, lejos de contar con un gremio movilizado y participativo, tenemos una AGD-FFyL que se ha sumido en una pasividad por momentos alarmante, carente de iniciativas y cercana al decanato, de quien se ha convertido en una virtual “gestora”. El bienio violeta puso de manifiesto que la crítica a los “excesos” de las medidas de lucha encubría en realidad una política de pasividad y adaptación a la creciente miseria presupuestaria de una gestión cada vez más estrechamente adepta al rectorado y al gobierno (en las próximas semanas publicaremos un extenso balance de estos dos últimos años, en los que integramos la comisión directiva de AGD Filo como minoría). Incluso, la participación de varios miembros de la Violeta en la lucha de los ad honorem, a mediados de la década pasada, ha dado paso, hoy, a una absoluta ausencia en los procesos reales de la lucha docente. Para muestra basta un botón: en las últimas semanas la AGD está impulsando un importante proceso de organización de los docentes ad honorem de la UBA; ni un solo miembro de la Violeta participó en ninguna de las asambleas, plenarios y reuniones.

En lugar de trabajar en conjunto, aunque sea críticamente, con los demás integrantes del gremio (el único, cabe destacar, que realiza asambleas y plenarios de base periódicos), la lista Violeta ha ido profundizando el método de poner en primer lugar los ataques faccionales contra la conducción de la AGD-UBA, integrada por la lista Naranja. En una suerte de “profecía autocumplida”, sus integrantes han dejado de participar en las principales iniciativas gremiales (asambleas generales, plenarios, marchas, medidas de lucha) sin perder oportunidad de seguir hablando de la falta de “participación” que recorre, según ellos, al gremio. Desde la Naranja señalamos repetidas veces que detrás de los argumentos “horizontales” y “democráticos” se escondía una política conservadora, que utilizaba el reclamo de la “participación” para atacar a la dirección de un gremio combativo y democrático y no para enfrentar a las burocracias sindicales y a las autoridades universitarias y educativas. Una política, en fin, más interesada en el faccionalismo que en la construcción de una gremial que sirva para defender los intereses de todos los docentes.

Lamentablemente, los acontecimientos de la semana pasada han confirmado esta caracterización. La integración de la Violeta a las listas del PCR en Filo, Sociales y en la Mesa Ejecutiva de la AGD es un triste broche a una política cada vez más despolitizada y dispuesta a los arreglos de cúpulas por sobre la tan mentada “participación” de los docentes. Sin mediar ningún tipo de posicionamiento público ni planteo político, la Violeta ha decidido abandonar su larga campaña “antipartido” para hacer un frente… con el PCR. Después de años de predicar en contra del “exceso” de paros, han decidido hacer un frente… con los mismos que cuestionan a la actual conducción por la “escasez” de medidas de lucha. Luego de una larga trayectoria de defensa de una posición “independiente”, han decidido formar un frente… nada menos que con los que pretenden convertir a la AGD-UBA en una rueda auxiliar de la mesa de Enlace de la Sociedad Rural (en el frente de ocasión no falta la participación del MST, el otro gran paladín de la izquierda sojera).

Dos años después del “conflicto del campo”, numerosas organizaciones sociales, estudiantiles y sindicales han conocido procesos de ruptura por el alineamiento de sus integrantes ante los reclamos de la patronal agraria y del gobierno K. La AGD-UBA no es la excepción: esta es la primera elección en la cual habrá dos listas a Mesa Ejecutiva, lo cual evidencia un proceso de delimitación y debate político al interior de su militancia, entre otras cosas por el “conflicto agrario”. La lista Violeta, que desde hace dos años viene demostrando que entre los dichos y los hechos hay una buena distancia, ha elegido participar por primera vez en la votación de la conducción de AGD-UBA formando, entre gallos y medianoche y sin ningún debate con la base docente, un frente que es encabezado por los participantes de la manifestación al Monumento a los Españoles promovida por la oligarquía.

Los docentes de la Agrupación Naranja siempre consideramos que la construcción y la defensa de nuestra gremial se demuestran con la actividad cotidiana en defensa de los intereses y reivindicaciones de los docentes. Es por eso que hemos sostenido y sostenemos, con nuestra militancia y participación, todas las actividades de nuestro gremio que apuntan a organizar y movilizar a los docentes universitarios, desde las grandes conquistas (82% móvil, blanqueo salarial) hasta las más pequeñas iniciativas cotidianas. Llamamos a todos los docentes de la facultad a realizar un balance del derrotero de la lista Violeta, que luego de dos años de absoluto silencio sobre el conjunto de los problemas políticos de nuestro gremio, ha priorizado los acuerdos de aparato y cúpula para conformar una alianza, notablemente oportunista, con los que quieren convertir a nuestra gremial en una rueda auxiliar de las patronales agrarias.

AGRUPACIÓN NARANJA
FILOSOFÍA Y LETRAS
naranjadefilo.blogspot.com

EN LA LISTA “UNIDAD POR LA GREMIAL”