11 de junio de 2010

Otro exabrupto de la Lista Violeta

Votemos masivamente para reconstruir la AGD-Filo


Luego de años de promover el “horizontalismo” y la “independencia de los partidos”, la Lista Violeta formó un frente con el PCR y otros partidos de la Mesa de Enlace. Después de reclamar la necesidad de desarrollar un gremio más “democrático y participativo”, mantuvieron a la AGD-Filo en la inmovilidad y la adaptación al decano. En las últimas semanas, y ante la inminencia de unas elecciones en las que se ven perdedores, todas las maniobras se han acelerado. Quisieron evitar que los docentes del Laboratorio de Idiomas voten en las elecciones de AGD. Se oponen a la apertura de una urna en la sede de 25 de Mayo, tal como piden los delegados y docentes del Laboratorio. Ahora mienten para generar sospechas sobre el padrón de la elección en toda la UBA. Se trata de un método inaceptable que sólo pretende reducir la participación en las elecciones. Votemos masivamente para que la AGD-Filo vuelva a ser la gremial de todos los docentes de nuestra facultad.


Que voten todos los docentes de la UBA


Cuando falta una semana para las elecciones de AGD, la Lista Violeta de Filosofía y Letras acaba de publicar un insólito comunicado denunciando “graves irregularidades” en el proceso electoral y advirtiendo a los docentes que la Junta Electoral pretende que “la elección se realice sin padrón”. Según la Lista Violeta, estaría en riesgo nada menos que la “transparencia del proceso electoral” y ello porque la Junta resolvió que están habilitados para votar en las elecciones de Comisiones Directivas “todos los docentes, investigadores y/o creadores” de la Universidad de Buenos Aires estableciendo que, en aquellos casos excepcionales en los cuales los mismos no figurasen en los padrones entregados por las gestiones de cada una de las facultades, deberán presentar un “instrumento certificado por autoridad competente”.

La disposición ya fue adoptada en previas elecciones de nuestra gremial, toda vez que algunas facultades se negaron a entregar los padrones y en otros casos los mismos están desactualizados, incluyen omisiones o diverso tipo de irregularidades. De hecho, la misma comunicación de la Junta Electoral señala, textualmente, que “a la fecha, y luego de sucesivas comunicaciones con las Facultades y/o Unidades Académicas no se ha producido la integración total de los padrones correspondientes a la planta de docentes, investigadores y creadores universitarios; que, en la gran mayoría de los casos no han sido remitido todos los padrones, y que en otros la empleadora –Universidad de Buenos Aires– contempla parcialmente el registro de la planta mencionada”, tramo del texto que la Lista Violeta se abstiene casualmente de citar, a pesar de que sus apoderados recibieron la misma notificación que los de nuestra lista. El mecanismo que exige la presentación de un certificado que acredite la condición docente del potencial votante, de hecho, fue utilizado en la última elección de AGD-Filo, con el acuerdo de la Lista Violeta y la lista Unidad por la Gremial, lo cual también es soslayado en el comunicado de marras.


De lo que se trata, en definitiva, es de establecer un mecanismo que le garantice la posibilidad de votar a todos los docentes de la universidad, disponga claramente la obligación de presentar un certificado emitido por las autoridades que acredite esa relación laboral y asegure, al mismo tiempo, un funcionamiento transparente ante la posibilidad de omisiones o irregularidades en los padrones entregados por las autoridades universitarias.

La Lista Violeta: agravios y macartismo sí, debate político no


¿A qué se debe, entonces, el exabrupto de la Lista Violeta? ¿Por qué “denuncian” ampulosamente un mecanismo básico de funcionamiento electoral, que ya se ha utilizado en otras elecciones de la AGD, y que ellos mismos han aceptado y promovido? ¿Por qué incluyen disparates sobre la posibilidad de que voten personas que no son docentes o sobre la inclusión en el Acta de la mención a los “creadores” universitarios, cuando saben perfectamente que hace referencia al nombre de nuestro sindicato, la Conadu Histórica: “Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios”? ¿Por qué sugieren que esto implicaría la posibilidad de que “voten los estudiantes” (¡!), en un razonamiento absurdo que abre la puerta para la intervención judicial sobre nuestra gremial? La respuesta es que, lamentablemente, la Lista Violeta ha adoptado como único eje la política de embarrar la cancha y atacar con mentiras y agravios de toda clase a la conducción que ha construido la AGD-UBA durante una década. El macartismo, habitual en los comunicados de la Lista Violeta, ha llegado últimamente al paroxismo: aunque saben bien que nuestra agrupación está integrada por compañeros que militan en organizaciones de izquierda y por independientes, en sus volantes se repite siete u ocho veces, como mínimo, que la Agrupación Naranja es sinónimo del “Partido Obrero”, como si ello fuera un pecado y utilizando razonamientos persecutorios peligrosamente similares a los que sufríamos en los llamados “años de plomo”, que resultan además particularmente absurdos siendo que vienen de parte de una lista que ha formado un frente con el PCR. Los agravios, el macartismo, y ahora la difusión de mentiras con corte sensacionalista han reemplazado por completo a cualquier tipo de debate político.


Si el frente oportunista con el PCR y la connivencia con la gestión demostraron que la Lista Violeta hace tiempo que perdió la inocencia, lo que muestra este insólito comunicado es que ahora también ha perdido la calma. En las últimas semanas los docentes de la Agrupación Naranja/Unidad por la Gremial de Filo publicamos una serie de documentos de balance sobre el camino de pasividad y adaptación al decanato que adoptó la AGD-Filo bajo la dirección de la Lista Violeta, cuya máxima expresión es su defensa a capa y espada del proyecto de la gestión sobre la implementación de concursos de docentes auxiliares. La Lista Violeta no respondió un sólo argumento: se limitó a difundir un escueto comunicado donde asegura a los docentes, con el discurso típico de la burocracia sindical, que la Naranja busca sembrar “temor” y que ellos “están siguiendo el tema” sin promover un debate entre los docentes.

¿Por qué no quieren que voten los docentes del Laboratorio de Idiomas?


Pero hay más. De hecho, éste no es el primero de los comunicados sensacionalistas que publica la Lista Violeta. Con fecha 20 de mayo, la Lista Violeta dio a conocer un mail (prácticamente clandestino, ya que no fue enviado al conjunto de los docentes de Filo ni subido a su página web) dirigido “a los docentes del laboratorio de Idiomas” en el cual sostiene que tiene la responsabilidad de informarle a los docentes del Laboratorio que “todos estos años” la AGD-UBA, conducida por la lista Unidad por la Gremial, “nunca permitió que los docentes del Laboratorio se afiliaran o votaran en el gremio”. ¡Increíble! Cuando después de una gran huelga, en la cual la AGD-UBA logró establecer una relación y ganarse la confianza de los docentes del Laboratorio porque les planteó su apoyo incondicional, ¡la Lista Violeta salió a plantearle a esos mismos docentes que en realidad el problema es que “nunca se les había permitido” participar!


Es gravísimo, pero en realidad no sorprende. Porque los compañeros de la AGD-UBA que se acercaron desde un primer momento a dar su apoyo incondicional a los docentes del Laboratorio fuimos los de la Naranja. Porque los únicos que publicamos un volante en apoyo a su huelga fuimos los docentes de la Naranja (no hubo ningún pronunciamiento de la Violeta al respecto). Porque el candidato de la Lista Violeta a secretario general de nuestra gremial declaró en plena movilización de los docentes de Idiomas al Consejo Directivo que la AGD “no podía arrogarse la representación de ellos” (sic), mientras pedía una “mesa de diálogo” para “resolver el conflicto”, y fue Fabiola Ferro, de la Naranja, quien planteó no sólo que la AGD-UBA en todos los casos tiene el deber de organizar y asumir la lucha de los docentes de la UBA sino que reclamó al Consejo Directivo "una mesa de negociación para dar respuesta al reclamo de los docentes del laboratorio". Para ponerle la frutilla al postre, la Lista Violeta difunde ahora una "carta" escrita por uno de sus militantes en la cual rechaza (¡con los mismos argumentos de la gestión!) que los “docentes monotributistas” participen de la elección, y considera “fraudulento” que se los haya incluido en el padrón. Que todo el asunto se presente como una defensa de la “democracia sindical” es una broma de mal gusto, toda vez que viene de parte de la lista que votaron el decano y todos sus funcionarios, y en contra de la agrupación que se jugó a apoyar a los trabajadores contratados del Laboratorio de Idiomas que fueron a la huelga (¡y derrotaron!) a esa gestión.

Reconstruyamos la AGD-Filo


Los docentes de Filosofía y Letras saben que la Agrupación Naranja siempre ha puesto en primer lugar la construcción de la AGD. De todas formas, creemos que en las últimas semanas la Lista Violeta ha pasado un límite ante el cual es necesario plantear abiertamente las diferencias para evitar un tipo de prácticas que sólo van a lograr destruir a nuestro gremio. Desde la lista Unidad por la Gremial llamamos a los docentes de Filo a sacar un balance de este tipo de exabruptos cada vez más habituales de la Lista Violeta. Su adaptación al lenguaje, los vericuetos legales y las trampas reglamentarias de las autoridades universitarias los han llevado a considerar a la gremial como un organismo de “gestión”, equivalente a una secretaría de la facultad y a entender a las elecciones de la gremial como un episodio “institucional”.


Se equivocan. La AGD-UBA es un sindicato de trabajadores, de base, democrático, independiente, antipatronal, que crece y se desarrolla organizando a todos los docentes, uno por uno, con la militancia y la difusión, con el apoyo a las luchas. La AGD-UBA impulsa la organización y la lucha de todos los docentes de la universidad, a punto tal que ha asumido la tarea de movilizar y organizar incluso a los numerosos compañeros que trabajan no sólo sin salario sino incluso sin designación o nombramiento (muchos de ellos podrán votar en esta elección por primera vez porque con la movilización se ha conseguido que sean reconocidos por la facultad). Y lo hizo y lo hace con la dirección de la lista Unidad por la Gremial, que ha logrado que el gremio alcance las 3.400 afiliaciones y se convierta en la gremial indiscutida de los docentes de la UBA. La Lista Violeta, tras dos años de mayoría en la Comisión Directiva de Filo, se ha sumido en una pasividad limitada a “gestionar” las iniciativas del decanato, ha cerrado un frente oportunista con los que quieren que la AGD apoye a la Mesa de Enlace de la Sociedad Rural, le ha dado la espalda a los docentes del Laboratorio que llevaron adelante la principal huelga de la última etapa, y ahora critica su participación por considerarlos “monotributistas”. Son esas dos perspectivas las que están en juego en estas elecciones.


AGRUPACIÓN NARANJA

DOCENTES UNIVERSITARIOS

FILOSOFÍA Y LETRAS


del 16 al 18 de junio, en AGD-UBA y AGD-Filo


VOTÁ

LISTA UNIDAD POR LA GREMIAL


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